Esta tarde, mientras conducía cerca del Hospital Vázquez Díaz, algo en mi interior me impulsó a meterme dentro, como hacía todos los días durante más de dos meses, hasta que mi madre nos dejó hace ya más de un mes. Aparqué en el mismo lugar de siempre y me dirigí al hospital. Subí a la tercera planta, que fue donde pasamos esos días tan difíciles, y sentí como si algo de ella aún permaneciera allí.
Incluso entré en la capilla, donde tantas veces había rezado por ella, por mi hermana y por mí. En ese momento, me di cuenta de lo valioso que fue todo ese tiempo. No habría sido igual de llevadero sin el increíble equipo humano que trabaja en esas instalaciones. Son verdaderos profesionales de la medicina, siempre con los mejores medios y sin escatimar esfuerzos. Pero lo que realmente los hace excepcionales es la enorme sensibilidad, cariño y comprensión que muestran tanto con los pacientes como con los acompañantes.
Quiero aprovechar estas palabras, en estos tiempos en los que tanto se habla de lo mal que está la sanidad pública, para agradecer desde lo más profundo de mi corazón a todo el equipo médico, de enfermería, auxiliares, personal de limpieza y religiosos. A Sara, Elena, Juana, Monica, Juanma (y sus campanilleras), quiero nombrar a algunos, pero sé que hay muchísimos más. De verdad, muchísimas gracias. Mi más sincero reconocimiento por el trabajo tan increíble que hacéis. Vuestro trabajo es muy duro, pero sin duda tenéis la profesión más bonita del mundo.
......... "Por los que hacen del trabajo sucio / la labor más hermosa del mundo / y pintan de azul la oscuridad." 🎼
Técnica
Boceto a lápiz . Estilo curvista